Colección del Bicentenario

El concepto de la cubierta[1]

Crear un catálogo editorial no es una tarea simple, menos aún la búsqueda de homogeneidad en cuanto a imágenes y diseño de las cubiertas que pertenecen a determinado catálogo. Dentro del diseño y de la conceptualización editorial se deben considerar diversidad de elementos que aporten a la construcción correcta de una identidad en las publicaciones, para que estas sean consideradas a nivel visual como parte de una colección o de una misma familia de objetos. 

Para Cheng Li, la cubierta de los libros forma parte importante de nuestro acervo cultural e imaginario colectivo. Por lo tanto, en el mundo globalizado, el diseño editorial debe contribuir a renovar el imaginario colectivo a favor del conocimiento y de la comprensión entre las personas y las culturas (2019, p. 76). 

Una cubierta diseñada en correlación  con el manuscrito aporta características sobresalientes, logrando una marca distintiva. Respecto a los libros de la  Colección del Bicentenario de la Editorial Universidad Nacional, en términos de su formato y contenido, se requiere una propuesta de diseño para que sus cubiertas sean atractivas, convirtiéndolas en un packaging que  marque la diferencia  y que se convierta en una publicación que atraiga a personas lectoras y a público en general. 

Para la Colección se determina que las imágenes que acompañen el diseño de cubierta deben tener la capacidad de retenerse en la memoria de quienes la visualizan, que sean imágenes sencillas pero elegantes, que complementen muy bien el diseño editorial y que correspondan al impacto de los contenidos. En palabras del presidente de la Editorial Universidad Nacional, Marco Méndez Coto, “las cubiertas deben transmitir la esencia de la Universidad, que la calidad visual esté a la altura de la calidad de la obra”, que la colección aporte al diseño gráfico, de manera que ayude a la persona  lectora a retener la imagen en su memoria con elementos simples y que, a su vez, sea un reflejo de las investigaciones y los aportes de la universidad necesaria al país y a la región centroamericana. 

Por ello, la sobriedad en las cubiertas es el punto de mayor importancia, debido a que debe mantener un equilibrio entre los elementos seleccionados (título, autores, imagen, logotipos, elementos decorativos) y el espacio vacío, debe diferenciarse entre los demás libros sin recurrir al horror vacui. 

Una vez considerada esta característica, el punto de partida para el diseño se basa en el color negro, siendo un color de gran peso visual, además de que es gustado por un gran porcentaje de las sociedades (Heller, 2010). Según la síntesis de color sustractiva, el negro es el color resultante de la suma de todos los colores, por lo que para un producto editorial resulta oportuno, ya que es el sistema con que se realizan los diseños digitales y puede considerarse como un todo que incluye la diversidad y la objetividad. 

Volviendo a Heller (2010), en un mundo tan multicolor, el negro y el blanco son los colores de los hechos objetivos, además suma que el color negro resulta un color elegante sin riesgo.

En muchas ocasiones, se espera que las cubiertas sean resueltas de manera dialéctica entre el contenido y el diseño de la imagen, sin embargo, se debe considerar que estas no forman parte del texto, pero sí  son un componente imprescindible del libro.  Una cubierta bien diseñada aporta al texto un valor añadido; en cambio, una cubierta inadecuada podría alejar a potenciales personas lectoras (Li, 2019). 

En la  Colección del Bicentenario de la Editorial Universidad Nacional se aboga por dotar  de imagen   a estos libros a través de una de las colecciones artísticas que pertenecen al patrimonio de la Universidad. 

Las imágenes seleccionadas pertenecen a la colección Transhumanos, realizada por Miguel Hernández, artista costarricense y académico de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional. Estas imágenes son creaciones simples que impactan, que se complementan muy bien con una cubierta negra; tienen un gran poder de retenerse en la memoria. 

Según el catálogo de esta colección: “El negro es primordial en muchos tipos de transformación, el tono imaginario de una metanoia individual, ese alejamiento o introspección […] la luminosa oscuridad del entendimiento de sí mismo” (2018, p.2). En el año 2019, Hernández donó la colección a la Universidad, por lo que hoy forma parte de su patrimonio y acervo de obra artística. 

Para el historiador de arte costarricense, Efraím Hernández (2013), el artista es conocido en el país por el extraordinario dominio que posee de las técnicas de representación vinculadas con la academia, particularmente aquellas relacionadas con el dibujo (p. 132), además, agrega que su obra versa sobre la transformación de las nociones culturales, sobre el papel del hombre, la condición humana y la existencia (p. 138). 

En cuanto al diseño final, se mantiene la sutileza del vacío representado por medio del color negro, acompañada de tipografía blanca en palo seco, con información pertinente al volumen de publicación, título de la publicación, personas autoras justificadas a la derecha debajo del título, imagen centrada con planos de color que bordean tres de sus lados para enfatizarla, logotipos de la EUNA y la UNA en la esquina inferior derecha y logotipo tipográfico de la Colección del Bicentenario en la esquina inferior izquierda. Se decide la inclusión de una línea decorativa centrada en posición vertical en la parte superior que une el título de la publicación con las personas autoras o coordinadoras y los planos de color que bordean la imagen, rematando la línea vertical en la parte inferior con una línea horizontal hacia la izquierda que enfatiza el logo de la Colección. A la derecha, se coloca una línea blanca que forma un ángulo de 90° hacia abajo para equilibrar el diseño.  Estás líneas y planos de color cambiarán de acuerdo con el volumen de la colección. 

Con la simpleza de esta cubierta, se espera que las personas lectoras y potenciales compradores y compradoras de la colección, puedan identificarla en los anaqueles, que puedan relacionar las imágenes de las pinturas de Hernández, que se encuentran distribuidas por diversas unidades académicas de la Universidad, con la Editorial Universidad Nacional; que, por su compleja sencillez, sea una imagen que logre ser recordada por los investigadores y las investigadoras, por las personas lectoras y por el público general.

 

Referencias Bibliografías

(2018) Trashúmanos. Miguel Hernández. IDELA.

Heller, E. (2010) Psicología del color. Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. Gustavo Gili: España

Hernández, E. (2013) Cambio y permanencia. Exposición de Miguel Hernández  Revista deEscuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica. 2, (4) 130-140 

Li, C. (2019) Diseño editorial, Retórica cultural e imaginario colectivo: cubiertas de libros de literatura contemporánea china en España.  Dialogía, 13, 39-83

Zamora, D.; y  Méndez, M (2021). Comunicación personal. 3 de marzo de 2021

 

[1] Elaborado por Diego Zamora Cascante para la Editorial Universidad Nacional, 2021.