Manual interactivo de las lesiones en el deporte

-111 Manual interactivo de las lesiones en el deporte UNIDAD II Principales lesiones del tobillo Anatomía En el tobillo hay tres huesos principales y tres conjuntos de ligamentos mayores que lo sostienen y le dan estabilidad. Estos huesos son la tibia, el peroné o fíbula y el talus o astrágalo. La tibia y el peroné forman la parte superior de la articulación. Estos huesos forman una cavidad que se conoce con el nombre de mortaja ( mortise ) talar, nombre originario del idioma francés que significa hueco donde cabe algo. Posee una forma de U invertida que permite los movimientos de dorsiflexión y flexión plantar. La parte inferior la conforma el talus, que articula en ese espacio perfectamente y forma la articulación subtalar, la cual permite los movimientos de inversión, eversión y rotación interna/ externa del tobillo. Los ligamentos sostienen estas articulaciones óseas. En la parte interna del tobillo, hay un ligamento principal llamado deltoideo, el cual es una estructura ancha y fuerte con forma de triángulo, como la letra griega delta, que da la estabilidad de la parte media del tobillo y limita tanto la eversión como los desplazamientos laterales del talus. Este triángulo lo conforman los ligamentos tibiotalar pos- terior, tibiocalcaneal y tibionavicular; estos se lesionan mucho menos que los ligamentos laterales (10 % versus 90 %), pero pueden romperse con una eversión del tobillo y ocasionar fracturas en el maléolo, antes de que el ligamento se rompa. Casi el 75 % de las fracturas del tobillo ocurren en el lado interno. En la parte lateral del tobillo se encuentra un complejo de tres ligamentos importantes: talofibular anterior (LTFA) o peroneo astragaliano anterior, talofibular posterior (LTFP) o peroneo astragaliano posterior y calcaneofibular (LCF) o peroneo calcaneal. El ligamento talofibular anterior corre horizontalmente desde la parte distal-anterior de la fíbula hasta insertarse en el cuello del talus y es el ligamento del tobillo más frecuentemente lesionado. El ligamento talofibular posterior es mucho más fuerte que los otros dos, por lo que se lesiona me- nos. Este ligamento sale horizontalmente distal-posterior y se inserta en la parte superolateral del hueso calcáneo. El ligamento calcáneo fibular es redondo y se origina en la punta de la fíbula, para oblicuamente bajar e insertarse posteriormente al calcáneo. Estos ligamentos le dan resistencia al tobillo para que no rote internamente, no se invierta o se desplace anteriormente, y se pueden le- sionar dependiendo de si el tobillo se encuentra en una posición de dorsiflexión o flexión plantar en el momento del trauma. Por último, se encuentran los fuertes ligamentos sindesmóticos, los cuales unen la parte distal de la tibia y la fíbula, conocidos como ligamentos tibiofibulares. Ellos son los encargados de estabilizar la mortaja talar y permitir pequeños movimientos entre la tibia y el peroné. Estos se pueden lesionar con una rotación forzada combinada con una inversión. El tobillo es una zona de descarga y transmisión de una gran cantidad de peso, por lo que general- mente el 85 % de las lesiones son por sobrecarga.

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