Manual interactivo de las lesiones en el deporte
-64 Édgar Murillo Campos Examen físico Se palpa el tendón y al presionarlo y apretarlo duele. Así también, se pueden utilizar los diferentes tipos de imágenes radiológicas para asegurar los diagnósticos por exploración física, como los ultra- sonidos, las tomografías, las ecografías o las resonancias magnéticas. Tratamiento 1. Tratar enfermedades de base. 2. Antiinflamatorio local y oral no esteroide (AINEs). 3. Criocinética aplicando la modalidad de criomasaje. 4. Reposo activo de la actividad deportiva. Reiniciar el ejercicio físico con ejercicios excéntricos para acelerar el metabolismo de los tenocitos. Sin embargo, no se deben realizar acciones físicas que reproduzcan el dolor. 5. Vendaje de inmovilización. 6. Corrección de los factores desencadenantes, como las plantillas ortopédicas, en caso de difor- mismo en el tren inferior. 7. Fisioterapia (rehabilitación). 8. La infiltración con corticoesteroides (antiinflamatorio esteroide, como la cortisona, etc.), en últi- ma instancia, ya que no es lo más recomendado. Esta técnica de tratar lesiones deportivas por medio de infiltraciones de corticoides periarticulares o interarticulares puede aliviar el dolor y reducir la inflamación de 24 a 30 horas después de aplica- das, con una duración de seis meses a dos años. Es muy efectiva y da un alivio casi inmediato; sin embargo, esta infiltración debe evitarse hasta donde sea posible, por sus efectos secundarios; ya que, al bañarse el tendón o la articulación con el antiinflamatorio milagroso , produce una inhibición en la función de los fibroblastos (tenocitos) y los depósitos de colágeno, lo que puede retrasar la ci- catrización. El colágeno es lo que da la rigidez y la resistencia a la tracción, cuando se somete a una fuerza, y la flexibilidad al doblarse, comprimirse, retorcerse o cizallarse. Las infiltraciones de corticoi- des reducen, de forma significativa, la vascularización del tendón y, como consecuencia, se presenta una debilidad en la tensión normal del tejido, debido a la necrosis del colágeno. Todo esto conlleva una posible rotura del tendón, dada la cristalización producida en este. Las infiltraciones interarti- culares repetidas pueden hacer que el cartílago pierda su aspecto hialino y se vuelva blando, que se produzcan calcificaciones, adherencias y fibrilación en la zona. Además, este tipo de tratamiento acarrea una serie de efectos secundarios, como la inhibición de los mecanismos propioceptivos del cuerpo que bloquean el dolor y son un gran riesgo tendiente a la infección (celulitis). El dolor es el mecanismo que utiliza el cuerpo humano como protección para indicar que algo no está funcionando bien, razón por la cual el deportista puede realizar movimientos técnicos que le pueden causar más daños, al no sentir nada. Estos procedimientos son muy usados en deportistas de rendimiento, para que puedan cumplir con las exigencias deportivas del momento; así también, para justificar los contratos multimillonarios firmados, sin importar la salud del atleta en un futuro cerca- no. Actualmente, muchos de los deportistas élite sufren grandes quebrantos de la salud en el nivel de las articulaciones, al tenerlas prácticamente destrozadas y sin poder cumplir con las necesidades funcionales básicas, como estar en pie, caminar o lanzar. Para usar los corticoesteroides hay que tener en cuenta los siguientes principios, por el beneficio personal del paciente: • 8.a. Deben usarse únicamente cuando todos los tratamientos anteriores no den ningún resultado. • 8.b . Nunca deben aplicarse sobre un tendón, ligamento o cartílago (porque se produce una ne- crosis del colágeno), se debe realizar a su alrededor. Los tendones de carga que han sido infiltrados son más débiles que los no infiltrados durante unos quince meses.
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