Manual interactivo de las lesiones en el deporte

-48 Édgar Murillo Campos una fuerte atracción intermolecular entre los puentes cruzados de miosina y las cabezas de actina en direcciones opuestas, resultando, finalmente, el movimiento muscular y dando lugar al nombre de la teoría del filamento deslizante. Esta teoría es la explicación fisiológica de cómo se acortan las fibras musculares, por el deslizamiento de estos miofilamentos (actina-miosina), hecho que produce un acortamiento muscular y por ende un movimiento generador de fuerza requerida para la acción de uno o varios músculos, cuando esta fuerza es mayor a cinco y se puede producir daño muscular. Este mecanismo fisiológico de contracción muscular continúa hasta que el calcio (Ca+) se agote y el músculo vuelva a un estado de relajación con la presencia de la tropomiosina. Luego a esperar que venga otro impulso nervioso para que vuelva a bombearse el calcio desde el retículo sarcoplasmático y se repita el proceso. Este es el mismo proceso que utiliza el cuerpo para todos sus músculos. A pesar de ello, las fibras musculares muestran grandes diferencias estructurales, metabólicas y con- tráctiles entre los músculos. El número de las fibras musculares no aumenta, pero sí se pueden en- grosar (hipertrofia) o adelgazar (hipotrofia o atrofia). Por el contrario, el número de miofibrillas sí se puede aumentar con el ejercicio, por ejemplo, o disminuir con el sedentarismo, la enfermedad o la edad que no perdona a nadie; aproximadamente 0.9 gramos de masa muscular se pierden por año. En el cuerpo existen tres tipos de fibras musculares en diferentes proporciones, en cada músculo. Las fibras rojas ( slow-twitch ST o tipo I) tienen una velocidad de contracción lenta, pero su duración es larga (oxidativas); presentan un número elevado de mitocondrias, pequeña sección y alta capilari- zación y son fibras de tipo aeróbicas. Se encuentran presentes en un 75 a 90 % en los corredores de distancia de atletismo, ciclismo, triatlón, etc. Las fibras blancas ( fast-twitch FT o tipo II) tienen una velocidad de contracción rápida, el doble que las lentas, pero su duración es corta; presentan un número escaso de mitocondrias, con grandes reservas de ATP-PC y de alta sección. Son fibras de tipo anaeróbico, de contracciones intensas pero aisladas y se encuentran presentes de 80 a 90 % en los corredores de velocidad, en las diferentes disciplinas deportivas. Estas se dividen a su vez en fibras FTa, FTb, FTc (las diferencias entre ellas no se conocen con exactitud). Finalmente, las fibras de tipo lia o intermedias poseen capacidad mixta de trabajo. Actualmente, se piensa que puede haber una transformación de fibras FT e intermedias a fibras ST o de contracción lenta, si el tipo de trabajo se basa en el componente aeróbico. El tipo de fibra muscular, ya sea de contracción rápida, lenta o intermedia, se hereda genéticamente, además de que varía entre los diferentes músculos. Sin embargo, la mayoría de los músculos están compuestos aproximadamente un 50 % de fibras ST, un 25 % de fibras FTa, un 23 % de fibras FTb y un 2 % de fibras FTc. El 87 % de estas fibras tiene una posición oblicua. Así, también es donde más lesiones ocurren, entre un 10 a un 55 %. Los músculos, con la llegada de los años, son la primera estructura del cuerpo humano que se de- genera (sarcopenia), seguidos por los ligamentos, los tendones y, por último, el hueso (osteopenia y osteoporosis). Los músculos también varían en tamaño y fuerza, y están desde los más pequeños y débiles como el stapedius en el oído medio, hasta los más grandes y fuertes como el glúteo mayor en la cadera. Así también, es donde más lesiones ocurren, entre un 10 y un 55 %. Todos los tirones o desgarros son lesiones musculares.

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