Manual interactivo de las lesiones en el deporte

-128 Édgar Murillo Campos UNIDAD IV Principales lesiones de la rodilla Anatomía En la rodilla articula la parte superior de la pierna, con el hueso fémur, y la parte inferior, con la tibia. Ambos huesos, unidos por ligamentos, conforman la articulación completa más grande del cuerpo, que nos da soporte y locomoción. Los músculos más importantes del frente de la pierna son el vasto interno, externo, medio y el recto femoral, conocidos todos ellos como el cuádriceps (muslo). En la parte posterior de la pierna se encuentran los isquiotibiales, semitendinoso, semimembranoso y bíceps crural; todos estos músculos sostienen la rodilla y permiten el movimiento de flexión y exten- sión de la articulación, en el plano sagital, y también una semirrotación axial, en el plano horizontal, con la articulación semiflexionada. La forma geométrica de los cóndilos femorales, que son redondos y lisos, articula perfectamente con los platos tibiales, que son dos sockets perfectos. Los meniscos (cartílagos fibroelásticos) se encuentran en el centro de ellos y brindan el 10 % de la estabilidad de la articulación. El resto de la estabilidad la dan los ligamentos grandes e importantes de la rodilla: los ligamentos colateral externo (LCE) y colateral interno (LCI) estabilizan las fuerzas de los movimientos en valgun y varun, respec- tivamente. El LCI cuenta con una capa superior de once centímetros y unos cinco centímetros de grueso, aproximadamente. Este se origina en el epicóndilo femoral interno y se inserta de cinco a siete centímetros distalmente de la línea articular interna. El LCE se origina en el epicóndilo femoral lateral y se inserta en la cabeza de la fíbula o peroné. Los ligamentos cruzados anterior y posterior previenen la traslación anterior y posterior de la tibia en un 90 %, y sirven de eje para la rotación de la rodilla. El ligamento cruzado anterior se encuen- tra formado por dos (2) bandas: la anteromedial y la posterolateral. Este ligamento se origina en la parte posteromedial del cóndilo femoral lateral, toma una orientación inferior, anterior y medial y se inserta en la prominencia tibial media. Este ligamento también limita la rotación tibial y la angula- ción interna y externa de la rodilla en extensión completa, lo que impide llegar a la hiperextensión. Además, tiene una gran importancia como estabilizador de la articulación de la rodilla, que impide la hiperextensión, controla la rotación interna y colabora con los ligamentos colaterales. Igualmente, cuenta con una función propioceptiva importante, por la gran cantidad de mecanismos receptores que desencadenan impulsos nerviosos, para corregir los movimientos de los músculos periarticu- lares. El ligamento cruzado posterior es más largo y fuerte que el ligamento anterior, se origina en la parte lateral del cóndilo femoral y se inserta un centímetro abajo del plato tibial, en la superficie posterior de la tibia. Asimismo, en la rodilla se encuentra la rótula o paleta por donde pasa el tendón rotuliano que se origina en el cuádriceps y se inserta en la tuberosidad tibial, lo cual brinda el resto de la estabilidad y del movimiento articular. Debido al diseño que tiene la rodilla, se puede lesionar al menos en ocho lugares: ligamentos, tendo- nes, huesos, músculos, retináculos, bolsas sinoviales y cartílagos.

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